El
drama de Ittô Ogami comienza cuando el poderoso clan Yagyu, que
durante años ha ambicionado para sí el título de kogi
kaishakunin,
masacra a la familia de Ogami y hace ver que Ittô conspiraba contra
el líder de la nación. Despojado de su rango y perseguido como
traidor, el protagonista se ve condenado a convertirse
en ronin (samurái
sin señor) y, junto con el único superviviente de su familia, su
hijo menor Daigoro, se consagra al meifumado:
el “camino al infierno” que conduce a la venganza o a la muerte.
En
esencia, El lobo
solitario y su cachorro es
una larga historia de venganza, brutal y despiadada, que se extiende
a lo largo 8.700 páginas en las que guionista y dibujante nos
desgranan los entresijos del Japón feudal, las peculiaridades de la
compleja casta samurái y el código según el cual vivían y morían:
el Bushido.
La relación entre padre e hijo, la descripción de un momento
histórico único, la ascética concepción de la vida que poseían
los samuráis… Todo ello se entrelaza para dotar al relato de un
enorme poder de fascinación, haciéndonos asistir a su desarrollo
conmovidos y horrorizados a partes iguales.
La
obra de Koike y Kojima ofrece una visión oscura y brutal del
período histórico en el que se desarrolla este tipo de relatos ,
mezclando una narración áspera de la violencia que embargaba la
vida de la casta samurái con un excelente retrato costumbrista del
Japón feudal. Los guiones de Koike y las majestuosas ilustraciones
de Kojima (cuyo trabajo para esta colección ha llegado a compararse
con las láminas de los grandes maestros por su evocador retrato de
la época) lograban armonizar los aspectos más decadentes de dicha
sociedad con otros de gran lirismo, ofreciendo al lector una imagen
compleja, pero fidedigna, de lo que era el Japón del
periodo Edo.
Pocas
veces una obra consigue un impacto tan profundo en la cultura de un
país, convirtiéndose en un referente cuya popularidad no ha decaído
en generaciones posteriores. Pero más allá de su calado social,
debemos comprender que Kozure
Ôkami representó
un hito en la historia del manga, no sólo por su impacto en
obras posteriores, sino porque, por primera vez, un cómic japonés
traspasaba las fronteras de su mercado natural y extendía su
influencia hasta Occidente.
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