Las Célticas
Las
Célticas engloba un total de seis historias en las que Corto vuelve
a una Europa sumida en la Primera Guerra Mundial. Éstas historias
sirven de transición tanto en la vida del pirata simpático como en
la obra de Pratt, que se va poblando poco a poco de mayores elementos
imaginarios. Corto llega desde el continente americano a Venecia para
después trasladarse a diferentes lugares de la Europa en Guerra.
La
primera historia, «El Ángel de la ventana de Oriente», nos
presenta a Corto en Venecia buscando información sobre “El
Dorado”. La única información que obtendrá proviene de un mapa
tatuado en la piel de un monje. Dado que la acción transcurre en la
ciudad predilecta de Pratt éste aprovecha para mostrarnos levemente
los lugares en los que vivió de pequeño. Es la primera vez que
Pratt rinde homenaje a la ciudad de los canales. Posteriormente lo
volverá hacer en Fábula
de Venecia
y en Los
Escorpiones del Desierto,
lugar escogido por Pratt para disolver a los integrantes de este
grupo especial. Otro enlace más con respecto al ciclo de Sudamérica
se da tras la aparición de Veneciana Stevenson, nada angelical, en
busca también de un tesoro imposible de encontrar.
La
segunda historia, «Bajo la bandera del oro», nos cuenta la guerra
desde la perspectiva de unos hombres inteligentes que siendo de
diferentes nacionalidades “luchan” por un bien común, el suyo
propio, ignorando los conflictos a los que se han visto sometidos por
terceros. Hábilmente dirigidos por Corto Maltés un grupo de
militares de diversa procedencia se une para conseguir el oro de
Nikita, Rey de Montenegro. Entre los participantes de este golpe
maestro nos encontraremos con un joven E. Hemingway, llamado en la
historia Hernestway, que conduce una ambulancia. También aparece
Onassis, como Onatis, que ayuda con el transporte por mar y con su
parte del oro piensa en comprarse una flota de petroleros. De nuevo
Pratt nos cuenta el sinsentido de la guerra a través de unos
personajes que la viven de lleno pero que pasan literalmente de ella.
Además ésta historia es importante porque nos justifica el
posterior modo de vida de Corto Maltés a quien, por primera y única
vez, veremos conseguir un tesoro real y no una quimera como tantas
otras veces.
Tras
conseguir el oro Corto acude a Irlanda en la magnífica, «Concierto
en Do menor para arpa y nitroglicerina». Aunque el título debería
haber sido, tal como lo pensó pratt, «Concierto en O menor...» en
referencia a la letra inicial de gran parte de los apellidos
irlandeses. Corto llega a Irlanda tras enterarse de la muerte de Patt
Finnucan, revolucionario irlandés y amigo suyo. A pesar de su
nacionalidad inglesa, de la que se vale cuando quiere, Corto no
dudará en vengar a su amigo volando una oficina policial inglesa. Un
lado vengador más propio del teniente Koïnsky, que también veremos
en otras aventuras como Tango, aunque no es lo habitual. En esta
historia se reflejan el heroísmo y el patriotismo que inundan las
frías calles de Irlanda. El viento pone la música acompañando la
triste canción de Banshee al pasar por entre los huesos del
esqueleto con forma de arpa de una ballena varada. Existe en esta
obra también un homenaje al escritor W. Yeats. En definitiva nos
encontramos ante un cómic lleno de melancolía con algunas de las
mejores viñetas dibujadas por Pratt.
Con
el título «Sueño de una mañana de invierno» comienza un pequeño
cuento homenaje a Shakespeare y a la mitología británica. Corto
comienza a convertirse en el soñador de Las
Helvéticas.
El hecho de formar parte de un conjunto de historias más “realistas”
no permite al personaje alcanzar esa forma, incluso gráficamente,
más etérea de sus últimas aventuras pero es un buen anuncio de lo
que vendrá. Aquí Pratt coloca a Corto como personaje secundario al
servicio de una tropa de personajes mitológicos al mando de Oberón.
Junto a él aparecen Merlín, Morgana y Puck. Las leyendas Artúricas,
la obra de Shakespeare Sueño
de una noche de Verano,
mezclado a las historias fantásticas que le contara su padre a
Corto, en el escaso tiempo que pasaron juntos, configuran en la mente
del maltés, al quedarse dormido en un lugar mágico junto a las
piedras de Stonehenge, un sueño en el que los mitos bretones luchan
por sobrevivir frente a la invasión alemana en las costas inglesas y
lo que traen detrás: sus duendes y sus mitos propios. Corto se hace
cargo de la defensa de estos seres míticos empuñando el timón de
un remolcador, de nombre Excalibur,
contra la amenaza alemana. El Maltés se nos aparece así como un
nuevo Rey Arturo que en Las
Helvéticas
llegará a ser un nuevo Parsifal tras alcanzar el Grial.
«
Vino de Borgoña y rosas de picardía» es la siguiente historia.
Pratt nos presenta aquí los últimos momentos de Manfred Von
Richtoffen “el Barón Rojo”, aportando su particular visión del
fin de este legendario personaje. Además se nos muestra a este
mítico piloto como un personaje bastante inmaduro que vuela por
placer y para continuar la curiosa colección de placas de aviones
derribados que sigue su madre, con quién Manfred está muy unido. El
título es ya bastante explicativo, el vino de Borgoña será la
causa de la muerte del Barón y las rosas son las que ponía Manfred
Von Richtoffen en los aviones que abatía, un curioso gesto propio de
la que se llamó la última guerra entre caballeros.
Finaliza
él álbum con esa historia que tiene a la locura como protagonista.
«En el tinglado de la antigua farsa», espías que hipnotizan
mediante la voz, actores enanos que pierden la cabeza y un personaje
quijotescamente trastornado son los ingredientes de esta historia en
la que Corto se entera de la boda de Pandora a través de Caín.
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