José
Muñoz y Carlos Sampayo son
los autores de esta magnífica historieta titulada Billie
Holiday
. Contada en múltiples niveles, la biografía de la genial cantante
negra combina la historia de los Estados Unidos, el racismo, las
drogas y el arte con investigación periodística, reconstrucción
ficcional de escenas íntimas, canciones de la Holiday y personajes
ficticios pero verdaderos (como Alack Sinner, el emblemático
detective creado también por este genial dúo de autores
argentinos).
En
ese blanco y negro perfecto de Muñoz, el recorrido propuesto por
Sampayo destaca -siempre entre sombras- los duros episodios que debió
afrontar esta mujer a la que el dibujante define como “una herida
que canta”. Desde su adolescencia como prostituta para ganarse el sustento, puesto que fue prácticamente abandonada desde muy joven, hasta las constantes
persecuciones de la policía, con sus padecimientos y humillaciones
sin nombre a pesar del éxito y del reconocimiento, asistimos
en Billie
Holiday a
un policial negro en potencia, ya que está presente en ella la
santísima trinidad del género: alcohol abundante, dinero sucio y
mujer fatal.
“Les daré palabras en forma de música” dice Billie
desde el más allá. Curioso triunfo el de Muñoz y Sampayo, que
logran transmitir el sonido de esa voz de otro mundo en un arte
silencioso como la historieta.
Muñoz
y Sampayo (recordemos que son los padres del también magnífico
Alack Sinner) quisieron celebrar el treinta aniversario en 1989 de la
muerte de la gran Billie Holliday con este cómic a medio camino
entre el reportaje biográfico y la ficción reivindicativa. Los
autores son unos reconocidos aficionados al jazz, lo que no es
ninguna novedad, puesto que Alack Sinner ya rezuma jazz por los
cuatro costados, y enfocaron esta obra con gran cariño buscando
contraponer el lado entrañable de Lady Day con el más cruel y
desafortunado de su corta vida.
Poseedora
de una voz privilegiada y con un sentido del blues innato, Billie
Holliday pronto se hizo un hueco entre lo más florido del jazz, pero
su mala suerte a la hora de escoger compañías y su adicción a todo
tipo de sustancias, ya fueran legales o ilegales, la llevaron a una
vida autodestructiva que la acabaría consumiendo. Una
autodestrucción agravada por su valiente y público activismo en
favor de la igualdad de los derechos de las personas de color, que le
reportaría peligrosos enfrentamientos, tanto con el estamento
policial como con el segregacionista.
Sampayo nos sitúa a finales de los ochenta, donde a través de las indagaciones de un periodista que tendrá que cubrir dicha efeméride, repasaremos los convulsos últimos años de la que sin duda fue una de las voces más hermosas de la historia. Al final de
su
vida tendrá un protagonismo muy especial el saxofonista Lester
Young, que estuvo siempre muy unido a Billie Holliday y con quien
mantuvo una relación muy especial.
Ambos
se entenderían a la perfección y grabarían algunos de los mejores
discos de jazz de la historia.
Alack
Sinner también tendrá un papel estelar en la obra aunque, en este
caso, disfrazado de secundario de lujo y descubriéndonos que de niño
tuvo el placer de conocer a la gran cantante.
Esta
obra nos ofrece hoy una excelente oportunidad para completar, junto
a sus míticas grabaciones y excelentes biografías, el fondo en
nuestras bibliotecas sobre uno de los grandes iconos del jazz.
Un
merecido y cuidadoso homenaje... ¡Larga vida a la reina!
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