Guión: Jean Dufaux.
Dibujo: Jérémy Petiqueux.
Color: Jérémy Petiqueux.
Edición: 56 págs, color. Norma Editorial, agosto 2012.
Traducción: Manel Domínguez.
Temática: Aventuras, piratas, cómic.
Una
historia de piratas en toda regla es lo que nos propone el guionista
de Murena,
Jean
Dufaux y
el debutante Jérémy
Petiqueux,
quien se encargó del color en aquella serie de romanos tan
recomendable. La imagen que obtenemos de los piratas puede ser de
dos formas diferentes: como los sanguinarios asesinos y saqueadores
que son, o bien su faceta más romántica (que no deja de estar
complementada por la primera), la del héroe que lucha contra el
sistema, tratando de labrarse un nombre que pueda ser recordado a lo
largo de los tiempos, robando, matando y saqueando por el camino, es
verdad, pero con un aire de independencia que es la imagen que
habitualmente nos ha entrado por los ojos en los últimos años: la
del pirata atrevido y heroico. La
serie de piratas de Dufaux y Jérémy cabalga a medio camino entre
ambas concepciones del pirata común. Mientras que por un lado
tenemos esa faceta romántica, Dufaux nos presenta a su vez una
vertiente más realista, más sincera con la historia verdadera al
tener un tono diferente a la serie de, por ejemplo, Long John
Silver. Si en aquélla, el ritmo de la aventura no para un
momento hasta desembocar en la búsqueda del tesoro, jugando de por
medio con las concepciones del género con todos los elementos
disponibles, Dufaux hace en Barracuda algo diferente, situando
la acción en tierra en lugar de en el entramado marino del Caribe
(algo que el propio autor reconoce en el epílogo), y haciendo de
las tendencias amorosas de los protagonistas algo ambiguo que nos
queda claro conforme se desarrolla la historia (el autor también
comenta esto al final del primer volumen).
De esta forma, el autor
juega con la época para enseñarnos una historia de piratas
ligeramente diferente, pero donde todos los elementos piratiles
no dejan de estar ahí: el duelo de espada, la búsqueda de un
objeto de gran valor, los abordajes, la esclavitud, la figura
paternal algo desfigurada, el infierno personificado en la isla de
los piratas, desde donde resulta casi imposible escapar si no lo eres
, y, por supuesto, la venganza. La fría y dura venganza que será lo
que motive el resto de relatos y condicione las entregas siguientes.
En
el aspecto técnico del volumen, el guión de Jean Dufaux presenta
a los personajes para así prepararlos y lanzarlos a la aventura en
las siguientes entregas, mientras que nos brinda una historia sólida,
sin altibajos y sin fisuras, con un punto a favor hacia un
protagonista que se balancea entre la homosexualidad, alejado del
estereotipo pirata. Por otra parte, Jérémy Petiqueux hace
una labor excelente a la hora de retratar a los personajes, plasmar
cada uno de los escenarios como la isla de Puerto Blanco o la
cubierta del Barracuda –el barco que da nombre a la
serie–, con un color y una iluminación exquisitos. Las escenas más
movidas, como el abordaje inicial, son igualmente perfectas en su
ejecución, con un reflejo realista de la carnicería que fueron en
su momento este tipo de actividades .
Nada que objetar en el terreno
artístico, ya que es un apartado en el que este "Barracuda"
sobresale espectacularmente como también lo ha hecho Long John
Silver.
"Barracuda"
es una opción perfectamente recomendable, comenzando por Esclavos
y siguiendo con Cicatrices y Duelo, los tres volúmenes publicados
hasta ahora. . No solamente es una historia de piratas
perfectamente construida que nos deja con la miel en los labios a
punto de querer continuar con la serie, sino que aunque todos los
elementos del género están ahí perfectamente plasmados, tiene un
toque diferente que lo diferencia de otras historias de piratas. Por
otra parte, es una serie magistralmente dibujada, así que no podemos
pedir más. Tanto "Barracuda" como "Long John Silver"
son ahora las dos mejores series de piratas del momento.
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