jueves, 23 de enero de 2014

AUTOBIO

AUTOBIO CYRIL PEDROSA


Mis hijos son los adalides de la ecología. Militantes incansables sin miedo ni reproches. Siempre atentos, en alerta. Mis hijos son un coñazo”.



Autobio, publicada por Norma, es lo último que ha llegado de este francés. Un giro total a la anterior "Portugal" También hay una familia, pero nada de intrigas. Se trata de un álbum sin mayor pretensión que la de pasar un buen rato. Un conjunto de episodios verídicos, breves (una o dos páginas) sobre las dificultades que tiene el autor para llevar una vida equilibrada con el medio ambiente, reciclando, moviéndose en bicicleta, convenciendo a los vecinos, educando a sus hijos… Tiene momentos desternillantes (por ejemplo, el capítulo de la bici chic holandesa que nadie sabe arreglar), y otros algo más planos.
 Pedrosa practica algo poco habitual: reírse de sus creencias. Es un ecologista militante, pero el tebeo desgrana todas sus vicisitudes y contradicciones, sus flaquezas ante el engorro (ser ecologista no es cómodo), sus conflictos familiares (su esposa aún es más ecologista) e incluso esboza que en su creencia hay cierta pose. La cita, por ejemplo, es demoledora, y alguna de las historietas  arranca carcajadas; y eso no tiene precio
Seguro que más de un ecologista de nueva hornada se identifica. Igual hasta se pone colorado con las anécdotas que aparecen en esta obra.

“El compromiso ecológico es algo muy serio. Hacer compost,  reciclar y comprar productos bio es algo básico para conseguir  estar en armonía con la naturaleza. Eso y renunciar a las salchichas de bote, los refrescos, a la comida congelada, a la lejía…”. El autor refleja el compromiso que él y su familia tienen  con el medio ambiente.


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