jueves, 16 de enero de 2014

LA ANCIANA QUE NO JUGABA AL TENIS Y OTROS RELATOS QUE SIENTAN BIEN.

LA ANCIANA QUE NO JUGABA AL TENIS Y OTROS RELATOS 
QUE SIENTAN BIEN

Hay mucho de mí mismo en estas historias, un montón de emociones y humanidad. Todos los relatos tratan, con sensibilidad y optimismo, sobre los sentimientos de personas reales, esas que nos podríamos encontrar en cualquier momento por la calle”, explica Benoit Drousie “Zidrou” (Anderlecht, Bélgica, 1962).
Por supuesto, se trata de un libro de cuentos ficticios, pero todo se construye en torno a lo que he visto, leído o experimentado a lo largo de mi vida. Por regla general, todos los autores absorbemos como esponjas lo que hay a nuestro alrededor”, añade.
Publicado por Norma, el cómic es una antología de quince historias tan breves como hermosas, una selección que no sería la misma sin los dibujantes que han puesto su talento al servicio de Zidrou, entre los que se encuentran nombres como Pedro J. Colombo, Jordi Lafebre, Sergio Córdoba, Homs, Simon Hureau o Jordi Sempere.
Soy exclusivamente escritor y dibujo mucho peor que cualquiera de los artistas que me han hecho el honor de ilustrar estos relatos y acompañarme en esta aventura. Busqué mucho por mi cuenta y el editor me puso en contacto con algunos de ellos. He tenido mucha suerte, porque el nivel es altísimo”, elogia el autor.
Puestos a escoger, bien se podrían destacar las historias desarrolladas por Jordi Lafebre (Barcelona, 1979), responsable de “Coltrane”, “La anciana que nunca jugó al tenis” y “Sopa de zanahorias”, tres títulos que el dibujante pudo interpretar y llevar al papel con la más absoluta libertad.
Los guiones de Zidrou funcionan como un relato literario: se les pueden dar muchas lecturas y eso le da mucho margen al dibujante para aportar su visión. No cambié ni una coma del guión, pero me quedó espacio para narrar las historias a mi manera. Ha sido una gran experiencia”, recuerda Lafebre.
Coltrane” y “Sopa de zanahorias”, los relatos que abren y cierran el libro, están conectados y narran las vivencias de una familia a través de tres generaciones, representadas por el abuelo, el padre y el hijo; por su parte, “La anciana…” llama la atención por un final que deja el alma encogida, pero abriendo al mismo tiempo una puerta a la esperanza.
Para mí, lo más interesante de una historia siempre son los deseos y emociones de los personajes. El tono agridulce del libro me sirvió para trabajar el optimismo de los protagonistas; es un cómic que tiene mucho de confianza en la vida a pesar de las dificultades”, plantea Lafebre.
Con un tono más humorístico, “Pollos asados” es el trabajo realizado por Pedro J. Colombo (Granollers, Barcelona, 1978), que se ha sumergido en las peripecias de una familia con poco tino para los negocios. “La vi desde el principio con un estilo gráfico de ‘cartoon’ clásico”, detalla.
La historia es un ‘flashback’ en el que el protagonista habla de lo positivo y trabajador que era su padre, a pesar de que su empresa no iba bien porque se adelantaron a su tiempo. Para mostrar ese viaje al pasado opté por un color sencillo y algo retro”, añade Colombo, que diseñó sus dibujos en base a experiencias personales.
Tenía un referente, el padre de un amiga, que era cocinero de profesión y que casualmente también regentó una pollería. Era un hombre encantador. Zidrou me ofreció tres historias y elegí ésta de un hombre que intenta llevar a cabo su sueño a pesar de todo, pero incluso cuando se ve forzado a dejarlo continúa siendo optimista. Por eso sienta bien”, remata.



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